DIA #5
AYUNO DE ENERO 2023 “ACTIVANDO EL LLAMAMIENTO”
El llamado crece en comunidad
Leer:
Hechos 2:42-47
Romanos 12:4-13
Hebreos 10:24-25
¿Quién es tu comunidad? Tal vez puedas responder esa pregunta fácilmente: un grupo específico de amigos, tu familia o un grupo en tu iglesia. Para otros, puede resultarles mucho más difícil o incluso doloroso responder a esa pregunta. Especialmente si actualmente te sientes aislado o que no hay nadie más que comparta tus pasiones. Nunca he conocido a nadie que no se haya sentido solo o incomprendido en algún momento de la vida. En la era de las redes sociales y una cultura que celebra ser del agrado de una multitud de conocidos, puede ser fácil confundir a los seguidores con amigos. Pero Dios, que vive en comunidad como Padre, Hijo y Espíritu, nos ha creado para que seamos conocidos íntimamente y nos ha diseñado para cumplir con nuestro llamado en comunidad.
Los amigos cercanos a menudo pueden ver la contribución única que podemos hacer más claramente de lo que podemos, y es en pequeñas comunidades de creyentes donde podemos superar los dos grandes mandamientos de Jesús de amar a Dios y amar a nuestro prójimo.
No importa dónde se encuentre en este momento, lo alentaría a buscar una comunidad eclesiástica que brinde oportunidades para conocer a un grupo más pequeño de personas en un nivel más íntimo. Una comunidad de grupos pequeños con Jesús en el centro es atractiva y proporciona un marco adicional y las bases para nuestro llamado en Dios. El llamado se desarrolla a través de muchas pequeñas decisiones que priorizan el seguimiento de Jesús, y para eso necesitamos la ayuda de amigos. No estamos diseñados para la búsqueda individual de la santidad. La santidad que Dios tiene para nosotros es personal, corporativa y social, y eso significa que encontramos una tremenda libertad al estar con amigos donde podemos ser intrépidamente honestos, atrevidamente vulnerables y despiadadamente responsables. Tu vocación y la mía nunca fueron pensadas para ser resueltas por separado.
El servir en tu iglesia es parte de tu llamado, poner en las manos de Dios, los dones que El mismo te dió, es parte de nuestro crecimiento y agradecimiento. Las personas que se unen a un ministerio dentro de su iglesia tienen más probabilidad de crecer que aquellas que son solitarias.
REFLEXIONEMOS
¿Quién es tu comunidad? ¿Qué preguntas necesitas que tus amigos fieles te hagan regularmente para ayudarte a seguir el llamado de Dios?
Oración
Señor Dios, gracias porque me has acogido en tu comunidad. Ayúdame a hacer lo mismo por los demás, animándolos en su llamado y dando la bienvenida a su ayuda mientras persigo la mía. Amén
Pastores Raymond & Monica Jaquez